sábado, 17 de abril de 2010

“los jueces y la democracia”

A Julián Campo en carta al director de El País: “los jueces y la democracia” 17-4-2010

Más allá de ejemplos irreales: La Ley de Amnistía no se aprobó en la postguerra si no que fue aprobada por las Cortes Constituyentes elegidas democráticamente en 1977. O posibles hechos verdaderos: recibir dinero de una empresa y después beneficiarla jurídicamente en vez de inhibirte o intervenir la comunicación de abogado y cliente cuando esta prohibida por la ley.

LA LEY, la que aprueban los representantes del Pueblo, no legisla sentimientos y así debe ser.

Si un tribunal admite a trámite una querella debe ser porque ha visto indicios de delito, independiente de que el denunciante sea falangista, comunista, etc.; ¿si hay delito, debe quedar impune porque la denuncia la haya presentado los representantes de una ideología que hiera nuestros sentimientos?

Parece razonable que cuando a un representante publico o a un funcionario se le imputan, por un juez, hechos que pueden se graves este debería ser apartado del cargo provisionalmente. Resulta difícil de entender, principio de igualdad, que Garzón tenga un tratamiento diferente.

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